En EEUU es secuestraba Patricia Hearst, nieta del magnate de la prensa estadounidense William Randolph Hearst, que se unirá a sus captores. Fue secuestrada por un pequeño grupo autodenominado Ejército Simbiótico de Liberación que pidió a la familia la donación de comida a los pobres por valor de 6 millones de dólares. Poco después, se la vió unida a ellos con un rifle asaltando un banco. Se dió orden de búsqueda y captura y finalmente fue arrestada.
En el juicio, la defensa intentó hacer valer la teoría del síndrome de Estocolmo por el que Patricia supuestamente se había compadecido de sus captores y aliado con ellos. Pero fue condenada a veintitrés años de prisión. Clinton la indultó.
Un culebrón que llenó páginas y páginas de los periódicos de la época también en España.
En el juicio, la defensa intentó hacer valer la teoría del síndrome de Estocolmo por el que Patricia supuestamente se había compadecido de sus captores y aliado con ellos. Pero fue condenada a veintitrés años de prisión. Clinton la indultó.
Un culebrón que llenó páginas y páginas de los periódicos de la época también en España.