Esta frase que tantas veces se ha clamado en tantos y tantos lugares del mundo, que tantas veces sentencia el hartazgo del hombre ante tanta injusticia que no acaba nunca en tantos lugares o en cualesquiera tiempos, seguirá como emblema de todo el que lucha contra el atropello de los derechos y el silencio marginador y sepultador que pretende manipular la historia, olvidando y borrando….
Esta frase, sólo dos palabras bastan, se recuerda por primera vez en los labios de los supervivientes del Gueto de Varsovia. Y Argentina la acogió para repudiar el terrorismo de estado. Las madres valientes de la plaza de Mayo gritaron basta, y sus pañuelos blancos día tras día, menoscababan el silencio y las mentiras de la dictadura de Videla.
La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas CONADEP fue creada por Raúl Alfonsín en diciembre de 1983. Sus miembros eran Ernesto Sabato, Ricardo Colombres, René Favaloro, Hilario Fernández Long, Carlos T. Gattinoni, Gregorio Klimovsky, el rabino Marshall Meyer, el obispo Jaime de Navares, Eduardo Rabossi, Magdalena Ruiz Guiñazú, Santiago Marcelino López, Hugo Diógenes Piucill y Horacio Hugo Huarte. Su objetivo era esclarecer los hechos sucedidos en el país durante la dictadura militar instaurada desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983. Recopiló pruebas de las torturas y desapariciones de 8961 personas. Pruebas que forman parte del informe “Nunca Más” presentado en Septiembre de 1984.
Pero las madres de Mayo estiman en más de 30.000 las personas afectadas por la limpieza ideológica de la dictadura de Videla. Aún así, se llevaba por fin ante la justicia a los responsables de tanta crueldad y dolor.
En el Juicio a las Juntas la frase Nunca más formó parte del discurso de acusación del fiscal Julio Strassera:
«Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: ¡nunca más!»
Y por ende a todo el mundo, pues cada día amanecemos con horribles noticias de injusticia, a veces lejanas, a veces más cercanas, y esas palabras están en nuestra mente, o en nuestros labios, colgando de la esperanza…
Esta frase, sólo dos palabras bastan, se recuerda por primera vez en los labios de los supervivientes del Gueto de Varsovia. Y Argentina la acogió para repudiar el terrorismo de estado. Las madres valientes de la plaza de Mayo gritaron basta, y sus pañuelos blancos día tras día, menoscababan el silencio y las mentiras de la dictadura de Videla.
La Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas CONADEP fue creada por Raúl Alfonsín en diciembre de 1983. Sus miembros eran Ernesto Sabato, Ricardo Colombres, René Favaloro, Hilario Fernández Long, Carlos T. Gattinoni, Gregorio Klimovsky, el rabino Marshall Meyer, el obispo Jaime de Navares, Eduardo Rabossi, Magdalena Ruiz Guiñazú, Santiago Marcelino López, Hugo Diógenes Piucill y Horacio Hugo Huarte. Su objetivo era esclarecer los hechos sucedidos en el país durante la dictadura militar instaurada desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983. Recopiló pruebas de las torturas y desapariciones de 8961 personas. Pruebas que forman parte del informe “Nunca Más” presentado en Septiembre de 1984.
Pero las madres de Mayo estiman en más de 30.000 las personas afectadas por la limpieza ideológica de la dictadura de Videla. Aún así, se llevaba por fin ante la justicia a los responsables de tanta crueldad y dolor.
En el Juicio a las Juntas la frase Nunca más formó parte del discurso de acusación del fiscal Julio Strassera:
«Señores jueces: quiero renunciar expresamente a toda pretensión de originalidad para cerrar esta requisitoria. Quiero utilizar una frase que no me pertenece, porque pertenece ya a todo el pueblo argentino. Señores jueces: ¡nunca más!»
Y por ende a todo el mundo, pues cada día amanecemos con horribles noticias de injusticia, a veces lejanas, a veces más cercanas, y esas palabras están en nuestra mente, o en nuestros labios, colgando de la esperanza…